
Disfruto, gozo, me envuelvo alterando los sabores y las recetas clásicas familiares, dándole mi toque e impartiendole sabores conocidos a través de mis experiencias.Muchos de mis platos tienen una historia, un cuento, un recuerdo de como llegó a mi. Los acanelados, ni me acuerdo, han estado en el menú familiar desde siempre, un clásio. El arroz relleno, otro cásico familiar, heredado de titi Rosi, la hermana mayor de Papi. Receta que compartí en mis años universitarios y que se convirtió en un clásico para la familia de una amiga. Ell bizcocho de dátiles. ¡Ummmmm! La receta más buscada, tenía que competir con el recuerdo de aquel día de regreso de Australia.
La cocina es parte de mi genética.
Para información de como probar y saborear
estas experiencias y sabores, me llamas, me escribes,
comentas en Facebook o me escribres a través de esta página. Pronto el blog. Te espero
Titiritonga por Nilda Paralitici es rítmico y cadencioso, nace como complemento a mi trabajo, con los días se convierte en mi diario vivir. Es como la poesía de Luís Palés Matos:
Calabó y bambú.
Bambú y calabó.
El Gran Cocoroco dice: tu-cu-tú.
La Gran Cocoroca dice: to-co-tó.
MAJESTAD NEGRA
Por la encendida calle antillana
va Tembandumba de la Quimbamba
-rumba, macumba, candombe, bámbula-
entre dos filas de negras caras.
Ante ella un congo -gongo y maraca-
ritma una conga bomba que bamba.
Majestad negra, eso es Titirititonga por Nilda Paralitici, cadencia de sabores culinarios, innovación, fusión, tradición.
El nombre nace de la vida misma, del calor que se cuece en la familia, en la gente, es como mi cuñada y mis sobrinos me dicen de cariño ¿…Cómo llegó de un apodo familiar a la cocina? Lógico, como dice el refrán “el amor entra por la cocina”. Es seguir una costumbre, la herencia familiar, es genética, es pasión heredada por papi a través de Titi Rosi, por mami en los días inventando en la cocina para todos nosotros.

